domingo, 21 de abril de 2024

¿Falleció Aurelio Monfort en la esquina de Morelos y Lerdo?

 


Por Luis Villanueva

    Alrededor de las  11:20 am del 21 de abril de 1914, cerca de 700 hombres entre marinos y bluejackets norteamericanos están próximos a avanzar, desde el muelle 4, con dirección a la Estación y Hotel Terminal. A las 11:30 am los yanquis han iniciado su avance. Lo hacen en columnas de dos. Al entrar en Montesinos, se dividen en dos mangas: Unos toman la Estación y Hotel Terminal sin encontrar resistencia. La otra sección, formada por un grupo de aproximadamente 60 bluejackets, tiene como primer objetivo el edificio de Correos y Telégrafo situado sobre la calle de Marina Mercante. A las 11:50 am, los marinos han asegurado el Hotel y Estación Terminal, los patios de ferrocarril, la casa redonda, la planta de poder, el consulado americano y la casa de cable. Sobre la calle de Marina Mercante, el grupo de bluejackets capturan el edifico de correo y telégrafo, en donde ponen guardia afuera y adentro del edificio y se preparan para recorrer los 200 m que los separa de su siguiente objetivo: el edificio de la aduana. 11:55 am. Los bluejackets han iniciado su avance hacia este último punto. Un gendarme, Aurelio Monfort, los observa desde la esquina de Morelos y Emparan. Saca su pistola de cargo y suelta un único tiro en contra de ellos. El disparo de Monfort marca el inicio de uno de los momentos más álgidos para los yanquis: La toma de la aduana. La Defensa del Puerto de Veracruz ha iniciado. ¡Una lluvia de fuego y plomo se deja caer sobre los jackies que van avanzando! Después de hacer una descarga cerrada sobre Monfort ciudadanos, gendarmes y soldados disparan desde el Faro Juárez sobre los invasores. Igualmente se ven fogonazos desde los techos, balcones, cuartos superiores del Hotel Oriente y calles que desembocan a la plaza de la aduana…

*****
    El anterior texto lo publiqué el 21 de abril de 2014, considerando mi hipótesis que el gendarme Aurelio Monfort no falleció en la esquina de Lerdo y Zaragoza, como la tradición lo indica (hay allí una placa recordando el hecho), sino en Morelos y Emparan o acaso, en Morelos y Montesinos (idea mencionada por Paco Píldora, según ha comentado Ricardo Cañas Montalvo). Pero ¿de dónde surge la versión de que el gendarme murió en el primer punto? La idea podría haber nacido de la pluma del entonces teniente coronel Manuel Contreras, uno de los principales defensores de la ciudad de Veracruz, quien en sus “Apuntes” sobre el 21 de abril escribió con respecto a Monfort:

    “Aurelio Monfort.- Gendarme municipal, Murió heroicamente en la esquina de Lerdo y Morelos donde se encontraba de servicio en los momentos en que vió salir de los patios de la aduana a las primeras columnas de soldados norteamericanos. Monfort inmediatamente empuñó su pistola y comenzó a disparar sobre los invasores, quienes al verse atacados por el policía, le hicieron una descarga cerrada y lo acribillaron materialmente a balazos.”
    “A no dudarlo, este heroico gendarme fue el primero que disparó contra el enemigo y el primero en morir por la Patria a mano de los invasores. El cuerpo de este patriota quedó tirado con la cabeza sobre la banqueta correspondiente a “La Flor de Lis”, siendo recogido hasta el día 22 a las tres de la tarde en compañía de otros buenos mexicanos que murieron el día 21 y que fueron enterrados en número de dieciocho en una zanja que se abrió en playa Norte.”[1]

     Sin embargo, no es el único documento en donde el coronel plasma sus impresiones con respecto al gendarme, pues en otro expuso lo siguiente:

    “MANUEL CONTRERAS, Coronel del extinto Ejército Federal CERTIFICA: Que siendo Teniente Coronel de Infantería, y Jefe de la Prisión Militar de esta Plaza y de la de Ulúa, el día 21, de abril de 1914, al desembarcar las fuerzas americanas en este puerto con un grupo de paisanos voluntarios y otros presos rayados, concurrió a combatirlos ocupando el portal de la Parroquia y bóvedas de la misma y pudo ver personalmente que el Gendarme Municipal AURELIO MONFORT salió de su cuartel del Palacio Municipal armado de una carabina Mausser y poco después del medio día le dieron cuenta que acababa de ser muerto por los americanos, y cuyo cadáver se encontraba tirado en la esquina de Zaragoza frente a la cantina “La Flor de Lis” y como este lugar estaba ya ocupado por tropas americanas, fue imposible recogerlo; sabiendo más tarde que fue enterrado con otros compañeros muertos el día 22, del mismo mes en la Playa Norte, a donde hoy existe un monumento a los Héroes Anónimos.”

    “Que a pedimento de su señora esposa Soledad Medina viuda, extiende el presente, como un acto de justicia para lo que a bien convenga a la interesada, en Veracruz, a veintiocho de febrero de mil novecientos veintidós.”
    “El Coronel retirado.- Manuel Contreras. Rúbrica.”
    “Es copia fiel de su original”.[2]

  En este certificado, escrito casi ocho años más tarde, Contreras es más personal en sus observaciones, a diferencia del primero en donde pudo haber tomado alguna versión o parte militar que le dieron inicialmente. Así, por ejemplo, él da fe que vio salir a Monfort de su cuartel con una máuser, cuando en sus “Apuntes” indica que “empuñó su pistola y comenzó a disparar sobre los invasores”. Lo coincidente en ambos documentos es que el gendarme murió en “La Flor de Lis”. Por otra parte, es importante señalar que no se debe juzgar al coronel por haber dado dos versiones de una misma historia. Finalmente, él solo se basó en los informes, muchos de ellos erróneos o confusos, que recibía en medio de la trifulca o conoció posteriormente. Además, hay evidencia documental de que varios gendarmes hicieron fuego desde la mencionada negociación, como lo indica el siguiente fragmento de una nota de periódico:

    “Los gendarmes que se hallaban en la Jefatura Política y en la Inspección de Policía[3] se habían aprestado a la defensa ¿de orden de quién? No lo sabemos, pero es un hecho que varios de ellos rompieron el fuego en la esquina de Lerdo y Zaragoza contra los americanos que venían de la plaza de la Terminal para posesionarse de los cobertizos de la Aduana. Estos gendarmes, al hacer la descarga que les fue contestada por los yanquis se replegaron a la Inspección de policía y tomaron las azoteas del Palacio Municipal para continuar desde allí la defensa.”[4]

    Con respecto a esto, dos años después de los enfrentamientos, aún se tenía cierta certeza de que fueron estos policías los primeros en enfrentar a los invasores:

“LOS PRIMEROS TIROS”

      “Por indagaciones que se han hecho hasta hoy, todo hace creer que un grupo de gendarmes fueron  los primeros en enfrentarse con los norteamericanos, habiendo tenido ligera refriega en la calle de Lerdo, esquina a Zaragoza, que fue el lugar donde primero corrió sangre ese día. Los gendarmes mencionados cambiaron varios tiros con una patrulla de americanos que estaban frente a la Aduana y ambas fuerzas se retiraron del lugar de los acontecimientos, después de haber tenido algunas bajas.” [5]

    En otra nota periodística se resalta que un gendarme fue el primero en abrir fuego con su pistola, coincidiendo casi por completo con lo narrado por el coronel en sus memorias.

       “Un gendarme, de punto en una de las calles próximas al muelle, dio la señal de alarma. Indignado ante la vista de los marinos armados, disparó su pistola sobre un grupo de ellos, que avanzaba a paso veloz, y con la bayoneta calada. El heroico guardián cayó acribillado a tiros. Y esta fue la señal de zafarrancho.” [6]

    ¿Fue Monfort el que disparó desde alguna “calle próxima al muelle” y “cayó acribillado a tiros”? ¿Estuvo Aurelio Monfort entre aquel grupo de gendarmes que disparó desde Morelos y Lerdo? ¿Habrá sido la primera nota de periódico la que dio lugar a la versión de que el gendarme murió en la esquina de “La Flor de Lis”?  ¿Por qué Contreras no narró en su “Apuntes” que lo vio salir armado con una máuser del palacio municipal? Finalmente, el revoltijo de hechos en medio de la sangrienta defensa de la ciudad, junto con los rumores y la desinformación, posiblemente permearon hasta los escritos de Contreras, dando lugar al mito que perdura hasta nuestros días. Mito que ha sido, incluso, reproducido como una verdad por grandes plumas versadas en historia, tanto nacionales como extranjeras:

“…cada grupo de tiradores y cada tirador individual, fueron dejados actuar a su propia iniciativa. El misterio fue que el fuego no lo iniciaron inmediatamente; los tiradores se mostraron activos una vez que las tropas americanas habían pasado. Tal parece como si todos hubieran estado esperando a alguien más. Entonces, cuando la Primera Compañía del Florida comenzó a cruzar la calle de Emparan, resonó un solo disparo. Este fue hecho por el policía municipal Aurelio Monfort quien se encontraba de servicio en las calles de Morelos y Lerdo…Las tropas de marinería de Lowry se cubrieron en los quicios de las puertas y pegándose a los lados de los edificios en la calle de Morelos, después de la conmoción inicial, contestaron el fuego de los mexicanos, el policía Monfort cayó bajo una lluvia de proyectiles en la esquina de la cantina y miscelánea La Flor de Liz. Fue el primer mexicano muerto en la defensa de Veracruz…”  [7]

¿Murió Monfort en “La Flor de Lis”?

    En realidad, no fue así. Hay varias fotos de esa esquina en donde pueden observarse a un bluejacket posando junto a tres paisanos muertos, pero ninguno de ellos es Monfort. De hecho, las fotos en donde se muestra el cadáver del gendarme difieren notoriamente en la posición en como cayó, ropa e incluso el entorno, con respecto a las fotografías en la esquina de Morelos y Lerdo:
Bluejacket posando en la esquina de Morelos y Lerdo, al pie de la negociación “La Flor de Lis”. En el suelo, los cadáveres de tres paisanos.

El par de muertos en la calle de Lerdo visten ropa de manta y huaraches. Obsérvese el sombrero de uno de ellos tirado a la izquierda.

Este otro sobre Morelos calza botines. En el círculo, su sombrero.

    
Médico de la Navy con un Aurelio Monfort acribillado y cubierto de moscas, indicativo de que tenía varias horas, incluso un día, de haber fallecido. El finado calza zapatos y mantiene su kepí puesto.

Otra vista del gendarme fallecido. (Crédito de la imagen: Uluapa Senior).

Entonces, ¿en dónde falleció Aurelio Monfort?
    Esta fue una pregunta a la que estuve buscando respuesta desde que empecé a estudiar este capítulo de la historia. Hacía conjeturas, comparaba imágenes, etc. Pero la pieza del rompecabezas histórico no terminaba de encajar. Hace poco más de un año, Uluapa Senior, creador del blog “Veracruz Antiguo”, tuvo a bien compartirme una imagen que, por segunda ocasión desde que tengo el gusto de tratarle, me hizo volar la cabeza: una fotografía tomada desde algún balcón o techo, en donde puede verse con toda claridad el cuerpo del gendarme en la esquina en donde realmente falleció: ¡Independencia y Juárez!

El cuerpo del gendarme caído por las balas norteamericanas frente a la cantina "Arco Iris", esquina de Independencia y Juárez. Al extremo izquierdo, la cantina "Colón". (Crédito de la imagen: Uluapa Senior)

La esquina de Independencia y Juárez hoy en día. La zona luce completamente cambiada a como se encontraba hace poco más de un siglo. (Imagen: Google Street View - 2023).

    Si bien Uluapa (que es un “rudo” al momento de aceptar como verdadero un hecho histórico si no hay un documento fehaciente que lo confirme), alberga dudas de que el gendarme mostrado en las fotos sea Aurelio Monfort, es una realidad que el personaje ha sido reconocido en diferentes ocasiones y medios, como su bisabuelo, por el recientemente fallecido José Manuel Buitrón Belmont.
    Con esta fotografía se hace añicos una de las creencias más arraigadas entre la población de Veracruz. Y junto con ello, se da justicia histórica a uno de los héroes de 1914. Por ende, la placa que recuerda este hecho en Lerdo y Morelos, deberá ser reubicada en Independencia y Juárez. Él así lo merece.

*Agradezco a Uluapa Senior el que me haya permitido compartir y documentar tan importante fotografía por él descubierta.


[1] Palomares, Justino N.,  La invasión yanqui en 1914, México, 1940, p. 97

[2] Buitrón B. J., “Se tenía que aparecer...”, 25 de abril de 2020, [actualización de estado en Facebook], recuperado de https://www.facebook.com/photo/?fbid=10158355575906303&set=gm.3303377333028105, [consultado 21 de abril de 2024]

[3] La inspección de policía se encontraba en el palacio municipal, en la esquina con Lerdo (en donde hoy en día está el pebetero olímpico). Por algún tiempo se le conoció como el vivac.

[4] “La patria recuerda, amorosamente…”, en El Demócrata, 21 de abril de 1915, p. 4

[5] “Cómo el patriotismo de un pueblo...", en El Pueblo, 21 de abril de 1916, p. 1

[6] “Siete mil marinos americanos cubren, como una red, la zona comprendida entre Veracruz y Los Cocos”, en El Imparcial, 26 de abril del 1914, p. 2

[7] Sweetman, J., The Landing at Veracruz: 1914, Annapolis, Maryland United States Naval Institute, 1968, pp. 69-71

Fuentes:
  • “Como el patriotismo de un pueblo…” en El Pueblo, 21 de abril de 1916, p. 1
  • Jack Sweetman, The Landing at Veracruz: 1914, Annapolis, Maryland United States Naval Institute, 1968, pp. 69-71
  • José Manuel Buitrón Belmont, “Se tenía que aparecer...”, 25 de abril de 2020, [actualización de estado en Facebook], recuperado de https://www.facebook.com/photo/?fbid=10158355575906303&set=gm.3303377333028105, [consultado 21 de abril de 2024]
  • Justino N. Palomares, La invasión yanqui en 1914, México, 1940, p. 97
  • “La patria recuerda, amorosamente…”, en El Demócrata, 21 de abril de 1915, p. 4