Luis Villanueva
En 1831 el abogado, diplomático y político mexicano, Sebastián Camacho (puerto de Veracruz, 1791-ídem, 1847), escribió en su obra Estadística del Estado Libre y Soberano de Veracruz (1831), lo siguiente:
“Sustituida a la población de Zempoala como capital del territorio que lleva el mismo nombre, la ciudad de la Antigua Veracruz, desde la época de la conquista, al fundarse la nueva, que es la actual ciudad, cabecera de este departamento, obtuvo las prerrogativasde aquella desde el año de 1615, aunque su establecimiento fue en 1600; y su cuerpo municipal primero que se instaló en Mégico, fechó su primer acuerdo el 7 de marzo de 1601…”[1]
“Con todo lo reunido, y lo que vaya encontrándose, me ha venido la idea de publicar un folleto con algún motivo plausible; y la ocasión me favorece, pues dándonos Dios vida, llegaremos dentro de cuatro años al centenario tercero de la fundación de la Nueva Veracruz, que se hizo, como recordará usted, en el último año del siglo XVI, de orden de la Corte y por acuerdo del Conde de Monterrey, entonces gobernante de la Nueva España. Por cierto que usted y todos los veracruzanos de influencia se deberían interesar en la celebración de aquel suceso, haciendo desde ahora propaganda para levantar un poco los ánimos y que no pase inadvertida esta memorable fecha. Escribo ya sobre tal punto a Don Teodoro Dehesa, entusiasta paisano nuestro, a quien transcribo toda la parte histórica de la presente carta; pero usted puede ayudar mucho por medio de la Prensa, de sus buenas relaciones con veracruzanos ilustres y con personajes de primera importancia, cuyo concurso debe solicitarse.” [2]
Nótese que el ilustre pensador veracruzano tenía desde entonces una idea muy cercana del año en que se fundó la Nueva Veracruz (1599). Sin embargo, por considerarlo un dato impreciso, no lo consideró para sus planes de una celebración. Celebración que, dicho sea de paso, siguió madurando en su mente durante varios años. Así, en una carta al gobernador del Estado de Veracruz, Teodoro A. Dehesa en 1900, escribió:
“Tengo noticias buenas que darle acerca del encargo que me hizo usted, para que indagase por acá todo aquello que no pudiera poner en camino de fijar precisa o aproximadamente, la fecha de la fundación de nuestra Ciudad Heroica. El resultado no es definitivo: pero me convence más y más de que debemos tomar por ahora la fecha del 7 de marzo de 1601, dada por Sebastián Camacho en su Estadística de 1832, como la más propia para la celebración del Centenario en igual fecha del año próximo venidero.[3]
La opinión de del Paso y Troncoso motivó que el 7 de marzo de 1901, el gobernador de Veracruz, don Teodoro A. Dehesa, celebrase el tercer Centenario de la fundación de la Nueva Veracruz (hoy simplemente Veracruz). Cabe hacer hincapié que del Paso y Troncoso estuvo en lo correcto al buscar que se celebraran 300 años. No obstante, en 2019 se pretendió conmemorar los “500 años de la ciudad y puerto de Veracruz”. Entonces, ¿en qué momento se perdieron los cuatrocientos años? La respuesta es muy simple: la actual ciudad de Veracruz cumplió 419 años de haber sido fundada en aquel año y no quinientos.
El 6 de diciembre de 1900 se reinstaló la Junta del tercer Centenario de Veracruz. Esta Mesa Directiva estuvo conformada por José González Pagés como Presidente, Miguel Reyes Torres como Vicepresidente y Guillermo Q. Carvallo como Secretario y tuvo como función coordinar los diferentes eventos que se llevarían a cabo durante la celebración.[4]
El 3 de marzo de 1901 la Junta dio a conocer lo siguiente:
“El programa de las fiestas con que será conmemorado el Tercer Centenario de la fundación definitiva de Veracruz, los días 7, 8 9 y 10 de marzo de 1901.”
“DIA 7
I. A las 5 de la mañana, dianas, repiques y salvas recordarán al vecindario el fausto suceso que se conmemora.
II. A las 9 de la mañana, en el salón de mármol de la Plaza de la Constitución, se celebrarán dos rifas: una de juguetes entre los niños pobres y otra de metálico entre familias también pobres, habiéndose destinado para esta última la suma de $600.
III. A la misma hora se efectuarán carreras en sacos, carreras en burros, juegos de cubetas falsas, cucaña triangular y otras diversiones populares, en los terrenos ganados al mar, al sur del muelle fiscal.
IV. A las 12 del día se repetirán los repiques; las baterías de mar y tierra harán salvas de veintiún cañonazos y las bandas militares recorrerán las principales calles de la población.
V. A las 3 y media de la tarde tendrá efecto una procesión cívica. El Sr. Esteban Morales hará una narración histórica de la ciudad, después de la cual, el Orador oficial Sr. José Luis Prado dirigirá la palabra al pueblo. Terminados los discursos se verificará la ceremonia de colocación, en el Palacio Municipal, de una placa alusiva a la festividad.
VI. De 8 a 11 de la noche habrá una Serenata en la Plaza de la Constitución y otra en el Parque Ciriaco Vázquez. En cada uno de estos paseos se quemarán fuegos artificiales y se elevará un gran globo.
VII. A las 9 de la noche darán principio dos bailes populares: uno en el Salón del Recreo Veracruzano y otro en el Patio de Santo Domingo.”
“DIA 8
I. De 6 de la tarde en adelante tendrá efecto un baile infantil de fantasía en los salones del Casino Veracruzano.
II. De 8 a 11 de la noche dará principio una fiesta veneciana en el puerto y se quemarán artísticas piezas pirotécnicas flotantes.”
“DIA 9
A las 9 de la noche dará principio un baile de invitación en los salones del Círculo Español Mercantil.”
“DIA 10
I. A las 9 de la mañana tendrá lugar un festival en la Biblioteca del Pueblo, organizada por los Sres. Profesores y alumnos de los establecimientos de instrucción. En dicho acto harán uso de la palabra la Srita. Profesora Lía Jiménez, el Sr. Profesor José Miguel Macías y el joven estudiante del Instituto Veracruzano, Rafael Cuervo.[5] Los intermedios serán cubiertos por ejecuciones musicales a cargo de señoritas y caballeros que generalmente han ofrecido su concurso para la celebración de esta fiesta.
El orden de la fiesta se especificará en programas especiales que al efecto se distribuirán.
II. A las 3 de la tarde se efectuará un paseo cívico infantil.
III. Instalada la comitiva en el salón de mármol, ocuparán la tribuna los jóvenes encargados de pronunciar composiciones alusivas, recitando una poesía original el joven estudiante del Instituto Veracruzano José Luis Prado.
Los intermedios serán cubiertos por coros de niñas y niños de los planteles de educación. Estos coros serán dirigidos por el entusiasta e inteligente Profesor Felipe Ramírez Tello.
La Junta del Tercer Centenario de Veracruz suplica respetuosamente al vecindario, se sirva adornar e iluminar el frente de sus casas en los mencionados días, contribuyendo así a dar mayor realce a las fiestas.”
“H. Veracruz, 23 de febrero de 1901.-El Presidente, José González Pagés.- Vicepresidente, Miguel Reyes Torres.- El Tesorero, Emilio González de Castilla.- Secretario, Guillermo Q. Carvallo.”[6]
Y para que más gente pudiera estar presente, en las festividades, la empresa del Ferrocarril Mexicano dispuso de un servicio especial de trenes de recreo entre México, Puebla y Veracruz[7]. Por su parte, el Ayuntamiento de la ciudad planeó la inauguración del sistema de alumbrado con focos incandescentes, mismo que sustituiría al antiguo a base de petróleo[8].
La madrugada del 7 de marzo dio inicio la fiesta con los repiques, dianas y salvas programados. A las 9:00 de la mañana, la cantidad de gente en la plaza de Armas era inmensa, llevándose a cabo la rifa de los juguetes y de los 600 pesos, que fueron repartidos entre la gente de escasos recursos. Al mismo tiempo, en el muelle Fiscal se llevaron a cabo las carreras en sacos y de burros, además de que se colocaron algunas “cucañas” (palos encebados), que fueron la delicia de la gente. Hacia las tres y media de la tarde partió del palacio municipal un desfile cívico, presidido por el gobernador del Estado; el Jefe Político del Cantón y el Alcalde municipal, que recorrió las principales calles de la ciudad. Abrió la marcha el cuerpo de rurales, seguido de un precioso carro alegórico, mientras que las fuerzas de la guarnición marcharon en la retaguardia. A su regreso a la plaza de Armas, el maestro Esteban Morales leyó una emotiva narración histórica y al terminar, don José Luis Prado pronunció un significativo discurso, mismos que fueron muy aplaudidos. Acto seguido se descubrió una placa de mármol conmemorativa, que con letras de oro decía: 7 de marzo de 1901. Tercer Centenario de Veracruz. La plaza de Armas y la calle Independencia se adornaron con gallardetes, banderas y flámulas y casi todos los balcones ostentaron algún tipo de adorno. Al atardecer, también quedó inaugurado el alumbrado eléctrico en las avenidas de Cortés (hoy Madero), Cinco de Mayo y Zaragoza.[9]
La medalla del tercer Centenario de Veracruz
Aunque no he encontrado algún documento que lo avale, seguramente desde mismo 7 de marzo se empezó a repartir entre los invitados distinguidos una medalla de plata de 12.2 g de peso y 30 mm de diámetro. Esta pieza numismática muestra en su anverso el escudo de la Veracruz y en el reverso la leyenda “3er. Centenario de Vera Cruz. 7 de marzo de 1901”.
Como se ha explicado, el 7 de marzo no representa el momento en que se fundó, trescientos años antes, la Nueva Veracruz. La fecha en que ocurrió el fundo (un 28 de marzo de 1600), apareció en la provisión real que a nombre del rey Felipe II, hizo el virrey Zúñiga yAcevedo. Este documento fue descubierto por el médico e historiador Manuel B. Trens, en el entonces Ramo Civil, Volumen 652 del Archivo General de la Nación, dándolo a conocer en su libro Historia de la ciudad de Veracruz y su Ayuntamiento (1955).[10]
[1] Sebastián Camacho, Estadística del Estado Libre y Soberano de Veracruz, Jalapa, Ver., Blanco y Aburto, Oficina de Gobierno, 1831, p. 58
[2] Redacción, “Nuestro suplemento de hoy. Descripción de la ciudad de Tablas”, El Nacional, 5 de diciembre de 1897, p. 2.
[3] Leonardo Pasquel, La ciudad de Veracruz 2, México, 1960, p. 231.
[4] Redacción, “Junta del Tercer Centenario de Veracruz”, La Gaceta Comercial, 20 de diciembre de 1900, p. 3
[5] Posiblemente el que luego sería un eminente médico, Rafael Cuervo Xicoy. Él atendió a José Azueta Abad de sus heridas durante la ocupación norteamericana de 1914.
[6] Redacción, “Junta del Tercer Centenario”, Lazo de Unión, 3 de marzo de 1901, p. 3.
[7] Redacción, “El Centenario de Veracruz”, El Tiempo, 6 de marzo de 1901, p. 3
[8] Redacción. “Veracruz. Alumbrado eléctrico”, El correo Español, 15 de febrero de 1901, p. 3
[9] Redacción, “El Centenario de Veracruz”, La Voz de México, 9 de marzo de 1901, p. 2.
[10] Manuel B. Trens, Historia de la ciudad de Veracruz y su Ayuntamiento, Talleres Gráficos de la Nación, Veracruz, 1955, p. 24.
