sábado, 25 de junio de 2022

El puente de río Medio

 

Por Luis Villanueva

Situado al norponiente de la ciudad de Veracruz, sobre el antiguo camino real que comunicaba al puerto con Xalapa y México, el puente colonial de Río Medio hoy en día conecta a la colonia Las Granjas con el fraccionamiento Río Medio II.

Este puente empezó a ser construido a base de piedra de sillar, mampostería de piedra múcara y ladrillo por el consulado de Veracruz cuando realizaba la obra del camino real de Xalapa. Desafortunadamente durante el año de 1812, los insurgentes que pululaban por los alrededores lo destruyeron cuando estaba cerca de ser concluido,[1] aunque posteriormente sería reconstruido.

Con el pasos de los años, el puente raramente recibió mantenimiento. Sin embargo, se tiene el registro que en 1846 fue empedrado en su pavimento y se colocó una estacada en sus muros para evitar su deterioro.[2] Con todo, su fuerte estructura lo mantuvo sin grandes cambios, de tal forme que para inicios de la década de los 80 del siglo XIX, presentaba la vista mostrado en la imagen de encabezado. Este grabado, aparecido en el libro de Frederick A. Ober Mexican Resorces. A guide to and through Mexico, muestra el caudal suave y bajo del río Medio, así como una de las barandas con sus bocanas ojivales. Las dovelas son aquí aun visibles, situación que en la actualidad no sucede debido a que están recubiertas por una capa de mortero.

Hay otro grabado, pero este realizado a principios del año de 1863, en donde puede observarse a la brigada de artillería del general Bertier atravesando la zona de Río Medio. Aunque el dibujo no puede considerarse completamente realista (baste comentar que el puente está representado con un estilo medieval conocido como “lomo de asno” que en realidad no tiene), da una idea de cómo era esa zona durante la intervención francesa y el Segundo Imperio.


L´artillerie de la brigada de Bertier Doublant ses attelages a río Medio, entre Vera-Cruz et Santa-Fé. (L’illustration, Journal Universel Vol. XLI, 7 de febrero de 1683, p. 83)


Este puente, a más de doscientos años de su construcción presenta un gran deterioro, entre los que se cuenta la pérdida de ambas barandas (las cuales aún podían verse casi completas en las décadas de los 70s y 80s del siglo pasado).


Fotografía por Joako Ortiz Huerta (Ca. 1974-1975). El puente muestra un buen estado.



Imagen que muestra una foto del puente en el año de 1985. La estructura está aparentemente completa y rodeada de monte, señal de que aún se encontraba alejada de la mancha urbana y que era poco utilizado por los automotores. El barandal se observa completo. (Foto atribuida a Javier Méndez Gómez).


Imagen por Luis Monroy del puente de río Medio (Ca. Principios de los 90 del siglo pasado). La casa a la izquierda fue una de las primeras en ser construidas en esa zona.


Foto del puente tomada en 2001. En ese año estaba a punto de cumplir doscientos años de construido y aún trataba de mostraba su mejor cara. Sin embargo, ya empezaba a mostrar algunos daños. Nótese la pérdida de una sección de aproximadamente dos metros y medio de baranda y como era utilizado tanto por camiones como por automóviles. Foto: Crédito a quien corresponda.

Otra fotografía del 2001. Se observa la zona limpia y el río dragado. Aquí es muy notoria la pérdida de parte de la baranda. (Foto: Crédito a quien corresponda).


Esta imagen tomada a inicios del 2012 muestra lo que quedaba de las barandas: una sección de aproximadamente 2.5 m de longitud. (Foto: Cortesía de Mario Jesús Gaspar Covarrubias).

Imagen tomada en abril del 2014. La pérdida de ambas barandas es evidente, así como también el nivel de agua que excede a su capacidad de desalojo. (Foto por Luis Villanueva).

Paso de un camión urbano por un puente construido solo para el paso de personas, animales de tiro y carretas (2014). (Foto por Luis Villanueva).

Es posible que estos daños se hayan debido principalmente a la vibración y a los impactos directos de camiones y automóviles que diariamente circulan por él, lo que habría repercutido finalmente en la solidez e integridad de esta estructura diseñada para soportar únicamente la circulación de animales de tiro y peatones. Sin embargo, tengo el testimonio de Bernardo Carrera B. quien vía Facebook (marzo de 2015) arroja más luz con respecto a la destrucción de las barandas:

“En el año 1995-1996 compre una vivienda mediante un crédito de Infonavit en el fracc. Los Torrentes apenas estaba la primera manzana de casas y por el mencionado puente era el paso obligado para no dar toda la vuelta por la carretera Veracruz-Xalapa y llegar al retorno a la altura del basurero municipal y entrar por las Granjas para llegar al fracc. Entonces entraba yo todos los dias por el puente y todavía estaban aunque deteriorados los barandales y en varias ocasiones por las mañanas me toco ver maquinaria pesada que hacia trabajos de desasolve del rio al pie del puente y dichas máquinas apenas si cabian al pasar el puente y por si fuera poco al dar la vuelta para hacer los trabajos de desasolve del río a la izquierda y/o derecha de ida y/o regreso es muy reducido y por lo mismo derribaban poco a poco lo que quedaba del valioso e histórico barandal...”[3]

Por otra parte, la acidez de las aguas negras que hoy en día fluyen por el río de Enmedio (así se llamó originalmente), aunado al aumento en su caudal (el puente fue originalmente construido para sortear un río de poco afluente) y la erosión, también han contribuido en su deterioro.

Así, desde humildes ciudadanos y tropa (tanto mexicana, como de diversas nacionalidades), hasta generales y presidentes, han salvado el río Medio al transitar sobre él (Antonio López de Santa Anna lo cruzó muchísimas veces, ya que era camino obligado para ir a su hacienda de Manga de Clavo y el presidente Benito Juárez, lo recorrió por lo menos una vez cuando dejó el puerto, entonces sede de su gobierno para trasladar nuevamente los poderes a la ciudad de México). Los diseñadores y constructores de este puente jamás imaginaron que su obra trascendería a través de los siglos, por lo que es imprescindible buscar la manera de rescatarlo y, por ende, conservarlo. Es lo menos que se debe hacer por el viejo puente de Río Medio.


El puente de río medio en 2014. Comárese con el grabado del siglo XIX. (Foto por Luis Villanueva)


[1] Miguel Lerdo de Tejada, Comercio exterior de México desde la conquista hasta hoy, México, Impreso por Rafael Rafael, 1853, p. 19

[2]  “Remitido. Dirección del camino de Perote a Veracruz”, Diario de Gobierno de la República Mexicana, 17 de octubre de 1846, p. 3

[3] Luis Villanueva, “El puente de Río Medio”, 1 de marzo de 2015, [actualizado de estado en Facebook], recuperado de https://www.facebook.com/media/set?set=oa.939826376049891&type=3, [consultado el 26 de junio de 2022]


sábado, 18 de junio de 2022

El paseo de Alvarado, la avenida de los Cocos, de la Libertad y sus monumentos. (La historia de la avenida Salvador Díaz Mirón)

 

Por Luis Villanueva

“Hay un paseo como pocos,

saliendo ya pa extramuros,

[la] Alameda de los Cocos

en que se huelen yoduros.

Los hombres se vuelven locos

al mirar contornos duros

que promenan[1] con descocos

senos y muslos maduros…

Y sentado en una banca

soñé arroz con sopa blanca”.[2]

    Durante el siglo XVIII se usaron un par de caminos que partían desde la puerta Merced, en la parte sur de la entonces amurallada Nueva Veracruz, hacia el poblado de Alvarado. Uno de estos iba paralelo a la costa hasta llegar a Boca del Río, para continuar hacia el hato de Miranda, las Salinas y finalmente, Alvarado. El otro se internaba en tierra hacia Medellín pasando por Mata de Pita y la Virgen; luego seguía por Paso del Toro hasta llegar al pueblito de Joluca[3] en donde después de dar un pronunciado giro hacia el Oriente para rodear la laguna de Mandinga, llegaba también al hato de Miranda y luego a Alvarado.

    La avenida Díaz Mirón como paseo, tiene su antecedente más remoto cuando formaba parte del segundo camino, el cual también fue conocido como “el camino de Medellín”, siendo probable que, a partir del siglo XVII, cuando la Nueva Veracruz es fundada y Alvarado empieza a tomar cierta relevancia comercial, es que el camino es conocido primeramente como “de Alvarado”.

    Dicho ruta (que también comunicaba con el rancho de Malibrán a través de un camino secundario), tenía el inconveniente de que cruzaba por una zona inundable a causa de varias ciénagas y lagunas, que la tornaban intransitable durante la época de lluvias; humedales que también eran un foco de infección, pues permitían la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades tales como la fiebre amarilla (mejor conocida como el “vómito negro”) y el paludismo. Esta situación quedó constatada por el Real Consulado de Veracruz el 9 de enero de 1797, en la "Memoria sobre la construcción de sumideros para purificar la atmósfera" en esa zona:

“20. La extensión comprendida entre la puerta de México, extramuros, hasta el Cristo, queda intransitable en la estación de aguas, formando charcos y lagunas que a pocos días se corrompen. Lo mismo se verifica en las inmediaciones de San Sebastián, y Cruz de Alvarado, el rancho de Doña Beatriz, y Casa Mata, está circundado de una ciénaga, a más de otras que existen en las cercanías del puerto, y se deduce de las enfermedades que reinan cuando soplan los vientos de poniente y mediodía” [4] [5]

    Posiblemente entre los primeros años del XIX, fue construida una alameda “de torta” en una sección que abarcaba desde la puerta Merced hasta un puente que cruzaban el arroyo Tenoya, en el actual cruce de Díaz Mirón y Manuel Doblado. Mientras que, en el resto del camino que iniciaba en el mencionado cruce de calles y finalizaba aproximadamente en la actual calle de Juan Enríquez[6], fueron sembrados árboles en ambos lados para convertirlo en un paseo sombreado, el cual fue conocido con el nombre de “paseo de Alvarado” por los motivos líneas arriba explicados.

    Lo anterior queda corroborado en el “Plano de la Ciudad de la Nueva Veracruz con el proyecto de su ampliación” del año 1800 del ingeniero militar Manuel Agustín Mascaró, en donde puede verse con toda claridad a la Alameda, y el paseo arbolado. Mientras que en la copia del plano (Ca. 1806) “Costa de Veracruz copiada en punto mayor por el Capitán Dn Cristóbal Domínguez…” se aprecia el nombre de “Paseo de Alvarado” junto con una burda representación de la cruz del mismo nombre. Otro en donde es visible observar el paseo en casi toda su extensión es el “Plano del Puerto de Veracruz” (1809), en donde el paseo es representado como una gran camino recto.

Fragmento del plano de 1800 en donde se observa a la Alameda y al paseo flanqueado por una hilera de árboles.

Fragmento del plano de Ca. 1806 en donde se aprecia el paseo de la Cruz de Alvarado y la cruz.

Fragmento del plano de 1809. Nótese el paseo de Alvarado en una ruta recta

    En algún momento a fines del siglo XVIII o inicios del siglo XIX, al final del paseo se construyó una glorieta, la cual puede verse con claridad en el “Plano del Puerto de Veracruz” levantado en el año de 1807 y publicado en 1825 por orden del presidente Guadalupe Victoria. También cabe la posibilidad de que en ella hubiera estado la cruz de Alvarado (un monumento con una cruz de gran tamaño posiblemente erigido a fines del siglo XVIII), la cual con el paso de los años quedó  “frente al camposanto” (conocido también como panteón de “El Canelo”). Con la presencia de la cruz el nombre del paseo probablemente derivó en “el paseo de la Cruz de Alvarado”.

Fragmento del plano de Ca. 1807. Obsérvese la glorieta al final de la calzada.

    Un de las primeras referencias escritas que se tienen el paseo, la dio el licenciado Antonio López Matoso, quien estuvo en Veracruz entre los años 1816 y 1817. En su diario escribió:

“Se conocen tres paseos: uno fuera de muralla por la puerta de la Merced hasta la cruz de Alvarado, que hoy se usa poco, por los insurgentes” […].[7]

    En el año de 1831, el colono y aventurero francés Mathieu de Fossey, pasó por la ciudad de Veracruz con dirección al interior del país, luego de fracasar en su intento de establecer una colonia gala en una región del Coatzacoalcos. Su punto de vista con respecto al paseo (que él denomina “de Malibrán”), quedó plasmado en su libro Le Mexique:

“En cuanto al paseo denominado Malibrán, no es lo que se piensa: nos hundimos en la arena y el polvo hasta el tobillo, y regresamos cubiertos de unas pequeñas garrapatas muy incómodas, conocidas como pinolillos.” [8]

     Cabe la posibilidad de que Fossey no se hubiera referido precisamente al paseo de Alvarado (por aquello del paseo de Malibrán), sino a otro del que se hablará posteriormente.

El paseo a partir de mediados del siglo XIX

    Una primera representación del paseo fue hecha por el pintor alemán Johann Moritz Rugendas: "Straße von Veracruz nach Medellín" (Camino de Veracruz a Medellín), pintado en noviembre de 1831. En ella se muestra, a la izquierda, la muy emblemática capilla del Santo Cristo del Buen Viaje aun sin su espadaña; y a la derecha, la no menos importante capilla de San Sebastián, siendo la vista tomada aproximadamente desde la glorieta de la Alameda. Entre ambas ermitas está el inicio del camino que conducía a la Cruz de Alvarado (posiblemente es la silueta espigada que se ve al fondo) y a Medellín en un día norteado y lluvioso.

"Straße von Veracruz nach Medellín" (Camino de Veracruz a Medellín) por Mauricio Rugendas (1831).

    18 años más tarde, después de haber sido duramente bombardeada la ciudad de Veracruz por el ejército norteamericano durante varios días, las fuerzas mexicanas capitularon y entregaron la plaza el 29 de marzo de 1847. Ese día, entre las 9 y 10 de la mañana, los defensores marcharon siguiendo la ruta del paseo desde la puerta Merced hasta el llano de los Cocos, zona que abarcaba los alrededores la laguna del mismo nombre y a la Cruz de Alvarado. En este último sitio entregaron sus fornituras y fusiles a los vencedores.


Fragmento del dibujo “An original view of the castle of Sn Juan de Ulua & city of Veracrux” (1847). En este pueden verse al extremo derecho el panteón de El Canelo y a su izquierda (con la letra “c”) la Cruz de Alvarado, mismo que dio su nombre al paseo. Atrás de esta, la laguna de los Cocos.

    En los planos norteamericanos del sitio, los cartógrafos delinearon al paseo de Alvarado como un camino que partía en la Alameda, extendiéndose más allá de la hacienda y laguna Malibrán. Algo que no es correcto, pues este paseo no llegaba a ese par de puntos, como se detallará líneas más abajo. En cuanto a la Cruz de Alvarado, todavía en febrero de 1860 se tienen noticias de su existencia, pues fue allí donde el general Miramón colocó la principal de sus cuatro baterías para atacar la amurallada y Heroica ciudad, durante su segundo y fallido sitio.[9]

El paseo de Alvarado o de los Cocos y la calle del Cristo

    A mediados del siglo XIX el paseo de la Cruz de Alvarado (o simplemente de Alvarado), empezó a ser conocido como el “Camino de la Laguna de los Cocos” o como el “paseo de los Cocos”, tal y como se ve en el “Plano de Veracruz y sus Inmediaciones” (1855) o en el “Plano de Veracruz y sus suburbios” (Ca. 1850-1858), aparecido en el Tomo III de la obra de Miguel Lerdo de Tejada, “Apuntes históricos de la Heroica ciudad de Veracruz” (1858). Cabe señalar que ambos planos (en el primero más detalladamente) hacen referencia a dos caminos: el que partía de la Alameda hasta la laguna de los Cocos (Hoy la av. Díaz Mirón, desde Doblado hasta Juan Enríquez) y tras rodear esta última, continuaba hacia el Sur pasando por un punto llamado “La Hormiga” (en los alrededores de una ciénega llamada de igual forma), en donde cambiaba su nombre por el de “camino de Medellín”.

    La otra ruta partía de la capilla de Cristo, pasaba por el cementerio de “El Canelo” y luego de desviarse hacia el poniente, continuaba hasta la hacienda y laguna de Malibrán. De este último punto salía un camino secundario que rodeaba un par de médanos (uno de ellos el de la casamata), hasta intersecar en “La Hormiga” y con el camino de Medellín. Hoy en día este recorrido abarcaría la actual av. 20 de Noviembre[10] hasta Collado, en donde se desvía por la calle 22 de Marzo y continua hasta llegar a Lafragua.  Posteriormente sigue por esta última avenida hasta pasar a un lado del colegio Cristóbal Colón (en sus instalaciones estuvo parte de la laguna Malibrán). Sigue hasta intersecar con la avenida Américas para luego girar al poniente por una corta calle llamada 2 de Noviembre (esta pequeña vía podría ser reminiscencia del antiguo camino), para así rodear el parque Reino Mágico (en este lugar estuvo la casamata). Luego bajaba por un sendero hoy desaparecido pero cercano a la actual calzada de la Armada de México, hasta llegar a la Hormiga, sitio que estaría hoy en día en algún punto del actual fraccionamiento Floresta.


Fragmento del “Plano de Veracruz y sus inmediaciones” en donde pueden verse el paseo de los Cocos llegando a esta laguna (al centro, núm. 38), arriba de este, el camino que pasaba por El Canelo (Núm. 20) y llegaba a Malibrán (Núm. 30). Con el número 45, la casamata y en el extremo inferior (núm. 46), La Hormiga.

La avenida de la Libertad y la glorieta de la Laguna o de los Cocos. La avenida Díaz Mirón

    Durante enero de 1880 se anunció que se prolongaría la vía del ferrocarril urbano (el famoso tranvía de mulitas), desde la plazuela de la Caleta hasta la laguna de los Cocos, siguiendo el trazo del paseo.[11] Esto poco a poco se fue cumpliendo, pues para marzo de ese año estaba cerca de llegar a su destino.[12] De aquí surgió la idea, una vez concluida la prolongación de la vía, de “arreglar convenientemente los alrededores de la laguna de los Cocos” y “establecer allí un paseo” (haciendo referencia a una glorieta), para el esparcimiento de las familias.[13] [14]

    El 17 de marzo de ese mismo año, el H. Ayuntamiento acordó en sesión sustituir el nombre de “la Alameda” y la “Calle del Paseo” con el de “Avenida de la Libertad”. Esto aplicaría al trayecto que iniciaba en la puerta de Merced y concluía en una glorieta que se construiría en el llano de los Cocos, en el extremo final del paseo[15]. Los periódicos de la época informaron que también sería ensanchada la “alameda” (en alusión al paseo) y que el regidor José González Pagés regalaría a la población una estatua de la Libertad tallada en mármol que sería colocada en la glorieta por ser allí donde inicia la avenida con dicho nombre. [16] [17]

    Sin embargo, la construcción de la glorieta no fue del agrado de todos. Así, el Diario Comercial, señalando el “malísimo estado” de las calles de la ciudad, expresó lo siguiente sobre la futura plazoleta:

“[…] Es tanto más lamentable ese abandono por parte del ayuntamiento, cuanto que el tesoro municipal debe estar sobrado de fondos, puesto que en la actualidad […] se construye una glorieta en la laguna de los Cocos; que es lógico suponer, que si hay para lo superfluo, no falta para lo necesario”.[18]

    Con todo, los trabajos continuaron hasta su conclusión. El 22 de abril de 1882, el ayuntamiento dispuso duplicar el número de faroles para alumbrar a la glorieta, que para entonces empezaba a ser conocida como “glorieta de la Laguna” por su cercanía con la laguna de los Cocos.[19] El sábado 5 de mayo de 1883 fue finalmente inaugurada la estatua de la Libertad, la cual fue traída desde Europa y colocada sobre un pedestal en el centro de la  plazoleta.[20] [21]

    Pronto, el sitio se volvió uno de los lugares de esparcimiento más concurridos de la ciudad; situación que se facilitaba por llegar hasta allí el tranvía de mulitas. Esto trajo consigo situaciones curiosas y algunas veces dramáticas, como la queja de que en la laguna podían verse con frecuencia a bañistas nadando en sus aguas “más o menos cristalinas” en “el traje con que Venus salió de la honda”, lo que podía provocar que dejaran de ir a la glorieta las señoras, por “volverse tan pelgroso para la vista”.  O el suicidio de una mujer llamada Juana, que se disparó en el corazón por “estar locamente enamorada de un individuo que desdeñaba su cariño”.[22] [23]

    Las inclemencias del tiempo también afectaron al paseo. Así, a fines de septiembre de 1882, las abundantes lluvias hicieron que la laguna de los Cocos se desbordara…

“[…] inundando todo el llano que lo rodea a la glorieta, quedando  aisladas todas las casas de aquel rumbo. También estaba interrumpido por las corrientes de agua, el tránsito de un lado a otro, en toda la avenida de la Libertad.” [24]

    Situación que seguramente se repetía  cada año durante la temporada de lluvias.

    La estatua de la Libertad permaneció en la glorieta poco más de 40 años, hasta que el 28 de septiembre de 1926 un huracán tocó tierra en la ciudad de Veracruz, provocando graves daños en casas, calles y parques; entre estos, la caída de la estatua.[25] [26]

    El 12 de junio de 1928, a los 74 años falleció el vate jarocho Salvador Díaz Mirón. A raíz de este suceso, en 1929 la calle de la Libertad fue rebautizada como avenida Salvador Díaz Mirón, tal y como atestigua una placa colocada en la esquina de esta avenida con Manuel Doblado, en el edificio Tiburcio.

Placa alusiva al cambio de nombre a la avenida de la Libertad, por el de avenida Salvador Díaz Mirón. (Foto: Mario J. Gaspar Covarrubias).

    Esta avenida permaneció sin grandes cambios, con la salvedad de que, en la segunda década del siglo XX, se prolongó hacia el sur hasta llegar a la Estación Forestal;[27] y a inicios de los 60s, llegaba ya hasta el Cementerio Particular Veracruzano y finalmente a la Boticaria.

    El 2 de febrero de 1933 fue terminado un bello monumento dedicado a los héroes de 1847 y de 1914. Construido por suscripción pública, estuvo situado en la alameda Díaz Mirón en su cruce con Cañonero Tampico, casi enfrente a la escuela Ignacio Allende (la escuela de “El Reloj” hoy “Escuela Primaria Prof. Vicente E. Barrios”).

Monumento a los héroes de 1847 y 1914. Foto: México en fotos.

    El 12 de junio 1955, en el 27 aniversario luctuoso de Salvador Díaz Mirón, se inauguró un monumento del bardo jarocho en el cruce de la avenida de igual nombre con Simón Bolívar. La estatua labrada en bronce fue colocada en un pedestal en arco de círculo, con representaciones en piedra chiluca de los cantos del poeta a la vida y a la naturaleza, a los pobres, a la libertad y a la gloria. Fue realizada por el escultor Juan Fernando Olaguibel y tuvo un costo de 280 000 pesos.[28]

La glorieta a Salvador Díaz Mirón (Ca. 2012).

Debido a los festejos por el 450 aniversario de la fundación de Veracruz, el 20 de mayo de 1969 se rehabilitó la avenida Díaz Mirón en el tramo comprendido entre Simón Bolívar y Juan Enríquez, poniéndose en servicio las fuentes “Los Flamingos” (Díaz Mirón casi esquina Juan Enríquez) y “Pescadores” (en una pequeña glorieta sobre Díaz Mirón y Tuero Molina). Esto durante la administración municipal de Mario Vargas Saldaña.[29]

Fuente de los Flamingos (Ca. 1990).  Foto: Facebook.

Fuente de los Niños Pescadores.  Foto: Facebook

        La rotonda al aguerrido bardo permaneció hasta el 14 de diciembre de 2009,[30] día en que empezó a ser destruida con el fin de “agilizar la vialidad de esta avenida [Díaz Mirón]”,[31] [32] según Jon Rementería Sempé, presidente municipal de la ciudad y pese a las protestas de un grupo de intelectuales que se opuso debido a que serían destruidos los relieves de la escultura.[33] Concluyendo el 2009, la estatua fue finalmente reubicada sobre la alameda en un esplendoroso pedestal de cemento recubierto con mosaicos color negro. Sitio desde donde hoy en día el poeta apunta, reprochador e iracundo, al digno sitio donde estuvo originalmente ubicado.

        A fines de julio de 2010 se concluyen los trabajos de construcción y ornato de la glorieta situada en Paseo de la Armada y Díaz Mirón. En ese mismo sitio existió por más de un cuarto de siglo un reloj solar; sin embargo “con el fin de mejorar la imagen y acelerar la vialidad se realizó [el] cambio” por un reloj de torre de aproximadamente 4 m de alto por dos de diámetro, en cuyo cuerpo están adosados el escudo de los rotarios y del municipio de Veracruz.[34]

El Reloj de Sol, frente al panteón Particular Veracruzano (Ca. 2010)

Díaz Mirón sobre su nuevo y elegante pedestal. Foto: Hugo  Z. Ross. Al Calor Político.

La destrucción del trazo histórico de la alameda Díaz Mirón

La alameda mantuvo su trazo y conformación histórica original hasta mediados del 2011, cuando dio inicio la primera etapa de la ampliación de la avenida Díaz Mirón, promovida por la alcaldesa de Veracruz, Luz Carolina Gudiño Corro. Este proyecto no era sorpresivo, pues desde antes de iniciar su gestión, había manifestado sus planes de “dignificación de la avenida Díaz Mirón”:

“…una obra prioritaria para su primer año de gobierno será la dignificación de la avenida Díaz Mirón, desde la parte que lleva al centro, teniendo como acciones inmediatas el descongestionar ese punto del paso de camiones…”

“La idea es tener toda esa vialidad en condiciones accesibles para el tránsito de vehículos, pero también para las personas, incluso un lugar de esparcimiento, porque se trata de las avenidas principales de la ciudad”.[35]

    Esta primera etapa (de Doblado a la central de autobuses), implicó alterar un trazo histórico y arquitectónico con por lo menos 120 años de antigüedad, pues los camellones originales fueron recortados para dar lugar a un carril más para la circulación vehicular, tanto en el de ida como en el regreso, Esto dio pie a la destrucción de la fuente de “Los Flamingos”, a la reubicación de la fuente de “Los Pescadores” a la avenida Allende con Raz y Guzmán y a la tala de más de 200 árboles, lo que provocó la molestia y la movilización para detener la obra tanto de ambientales como de historiadores.

Una de las protestas fue convocada por la fundadora de Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), la doctora Ida Rodríguez Prampolini, quien en silla de ruedas fue llevada por su hijo  Daniel Goeritz, ex director regional de INAH. La marcha recorrió todo Independencia hasta llegar  al palacio municipal. Allí la investigadora

“…consideró una pena que la alcaldesa no tenga la sensibilidad sobre las implicaciones de este proyecto, pues el paseo tiene valor histórico y arquitectónico, por lo cual cualquier intervención debería ser autorizada por el INAH. Lo que hizo no tiene nombre, agregó.”

“Prampolini explicó la importancia de conservar las alamedas por ser parte de una arquitectura que da identidad a muchas ciudades de México. Por lo que respecta a la alameda que lleva el nombre del poeta veracruzano, la intelectual recordó además que era el único pulmón de vegetación del centro histórico.”

“Dijo esperar que más personas se sumen a la protesta. Recordó que sigue recabando firmas para llevar su demanda a instancias fuera de Veracruz e indicó que las marchas de protesta continuarán.” [36]

    Entre tanto, el juez sexto de distrito en Veracruz otorgó el amparo 1014/11 impulsado por los grupos ambientalistas para detener la tala de árb9oles, logrando con ello retrasar la obra por seis meses. Finalmente, el 3 de enero de 2012 la alcaldesa, acompañada por el gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, inauguraron la recortada alameda[37] con un pequeño recorrido y sentándose en la única banca que había sido colocada exprofeso para la foto.

    La obra en Díaz Mirón continuó con una segunda etapa (de Tuero Molina a Simón Bolívar), la cual fue también inaugurada  por ambos políticos el 2 de abril de 2013[38] teniendo como escenario el bello  pedestal del poeta Díaz Mirón, en donde develaron la placa siguiente:

Imagen tomada del blog del gobierno municipal de Carolina Gudiño Corro.

Finalmente, los trabajos de la tercera y última etapa (de Simón Bolívar a Paseo de la Armada de México), fue inaugurada, el 1º de diciembre de 2013.[39]

*****

    De entonces a la fecha (junio de 2022), la emblemática y antigua alameda Salvador Díaz Mirón, no ha visto más cambios en su conformación. El tráfico en la ciudad se ha ido incrementando con el paso de los años, lo que ha ido provocado que el aumento de los carriles en la parte cercana al centro comience a saturarse nuevamente en las horas pico. Los árboles y plantas de ornato sembrados en esta primera etapa han crecido y nuevamente los camellones lucen sombreado, salvo en la parte comprendida de Cañonero Tampico a Doblado.

    Es de mencionar que existe la hipótesis de que el puente que existió al final de la alameda del siglo XIX (no confundir con el puente del Cristo), y que atravesaba el arroyo Tenoya frente al edificio Tiburcio por el lado de Díaz Mirón, está oculto bajo la calle de Doblado y la Alameda. Vaya usted a saber, amable lector, si de ser real la versión, no fue también dañada esta histórica estructura durante la realización de la tan, a los ojos de la entonces edil, “prioritaria” obra.


[1] Pasean.

[2] Jack, “Carta”, en La Opinión, 20 de junio de 1908, p. 3

[3] Hoy San Pedro Joluca, en el municipio de Alvarado, Ver.

[4] O sea, del Norte.

[5] Javier Ortiz de la Tabla Ducasse, Memorias políticas y económicas del Consulado de Veracruz, 1796-1822, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, p. 19

[6] Este camino continuaba desde los Cocos hasta el rancho de doña Beatriz del Real, junto a la laguna Malibrán a través de una corta vereda.

[7] Jim C. Tatum, “Veracruz en 1816-1817: Fragmento del diario de Antonio López Matoso “, en Historia mexicana, vol. 19, No. 1, sept., 1969, pp. 105-124

[8] Mathieu de Fossey, Le Mexique, Paris, Henri Plon, Éditeur, 1857, p. 89

[9] Niceto de Zamacois, Historia de México desde sus tiempos más remotos hasta nuestros días…, Tomo XV, MéxicoJ.F. Parres y Cía, Editores, 1880, p. 368

[10] En algún momento entre fines de los 60s e inicios  de los 70s del siglo XIX, el camino comprendido entre la iglesia del Cristo y el panteón de El Canelo pasó a llamarse “Calle del Cristo”.

[11] “Mejoras materiales”, en La Patria, 24 de enero de 1880, p. 3

[12] “La vía urbana”, en El Monitor Republicano, 4 de marzo de 1880, p. 3

[13] “En Veracruz”, en La Industria Nacional, 16 de marzo de 1880, p. 3

[14] “La laguna de los Cocos”, en El Libre Sufragio, 18 de marzo de 1880, p. 3

[15] “Noticias de Veracruz”, en La Patria, 24 de marzo de 1880, p. 3

[16] “Estatua”, en El Monitor Republicano, 23 de noviembre de 1880, p. 2

[17] Según Marta García de Benaglio en su obra: “Historia de los tranvías del puerto de Veracruz (1863-1981)” la estatua fue donada al Ayuntamiento por la Casa Viya y Gibaja.


[19] “Alumbrado”. En El Diario del Hogar, 22 de abril de 1882, p. 3

[20] Estuvo situada en Díaz Mirón y Juan Enríquez.

[21] “Estatua”, en La Patria, 8 de mayo de 1883, p. 6

[22] “Otra inundación”, El Siglo XIX, 26 de septiembre de 1882; p. 2

[23] “Suicidio”, El Siglo XIX, 1 de julio de 1882, p. 2

[24] “En la Laguna”, La Patria, 9 de mayo de 1882, p. 2

[25] Jerusalén Ceja García, “El huracán que impactó en el estado de Veracruz en el año de 1926”, Tesis de licenciatura, Universidad Veracruzana, 2014, 34-38

[26] Marta García de Benaglio, Historia de los tranvías del puerto de Veracruz (1863.1981), Veracruz, Museo de la ciudad de Veracruz, 1992, p. 33

[27] La estación abarcaba de Ignacio de la Llave a Bolívar y de Díaz Mirón a Miguel Alemán. Parte de estos terrenos están ocupados hoy en día por el parque infantil Cri-Cri, el auditorio Benito Juárez, el centro comercial Portal Veracruz y por el hospital y el multifamiliar del ISSSTE.

[28] “La estatua de Díaz Mirón”, Periódico oficial del estado de Campeche, 12 de junio de 1956, p. 3

[29] Gobierno del Estado de Veracruz-H. Ayuntamiento de Veracruz, “Junta de festejos”, 450 aniversario Veracruz, Veracruz, 29 de mayo, 1969

[30] “Casaselis. Ego puro”, https://casacelis.blogspot.com/search?q=diaz+mir%C3%B3n, (consultada el 15 de junio de 2022)

[31] “Reactivar Díaz Mirón de las arterias primordiales de nuestro municipio: Jon Rementería”, Al Calor Político,2 de enero de 2010, consultado el 15 de junio de 2022, https://www.alcalorpolitico.com/informacion/reactivar-diaz-miron-de-las-arterias-primordiales-de-nuestro-municipio-jon-rementeria-45859.html

[32] Recuerdo que una agrupación de taxistas realizó una protesta en la glorieta de Díaz Mirón exigiendo se retirara este conjunto escultórico porque dificultaba el tráfico. Lo sorprendente fue lo rápido que el Ayuntamiento, encabezado por Rementería Sempé, acató las exigencias de los taxistas. Fue tan burda la maniobra, que fue más que evidente la confabulación del municipio con la mencionada agrupación buscando “justificar” la demolición de la rotonda.

[33] Hugo Z. Ross, “La estatua del poeta veracruzano, Salvador Díaz Mirón, fue quitada del lugar donde estaba”, Al Calor Político, diciembre de 2009, consultado el 15 de junio de 2022, https://www.alcalorpolitico.com/galerias/base.php?idgaleria=7#.YqqZnHbMK02

[34] “Terminan reloj de Díaz Mirón”, ultranoticias, 28 de julio de 2010, consultado el 17 de junio de 2022, http://www.ultra.com.mx/noticias/hidalgo/Local/5778-.html

[35]  Raymundo  Zúñiga Ortiz, “Alcaldesa dignificará la emblemática avenida Díaz Mirón de Veracruz; reubicará ambulantes”, Al Calor Político, 15 de octubre de 2010, consultado el 17 de junio de 2022, https://www.alcalorpolitico.com/informacion/alcaldesa-dignificara-la-emblematica-avenida-diaz-miron-de-veracruz-reubicara-a-ambulantes-59631.html  

[36] Luz María Rivera, “Marchan contra de la desforestación del paseo Díaz Mirón, en Veracruz”, en La Jornada, 7 de noviembre de 2011, sección Estados, p. 34 https://www.jornada.com.mx/2011/11/07/estados/034n2est

[37] Rodrigo Barranco Déctor, “Por fin, banderazo a Díaz Mirón”, elheraldodecoatzacoalcos, 3 de diciembre de 2012, consultado el 17 de junio de 2022, https://elheraldodecoatzacoalcos.wordpress.com/2012/12/03/por-fin-banderazo-a-la-diaz-miron/

[38] Carolina Gudiño Corro, “Inauguran Javier Duarte y Carolina Gudiño la segunda etapa de rehabilitación en la avenida Díaz Mirón”, Carolina Gudiño Corro, http://carolinagudino.blogspot.com/2013/04/inauguran-javier-duarte-y-carolina.html (consultado el 17 de junio de 2022)

[39] “Duarte y Carolina inauguran Tercera etapa de la obra Díaz Mirón”, Agencia VeracruzNews, 1 de diciembre de 2013, consultado el 17 de junio de 2022, https://veracruznews.us/2013/12/01/duarte-y-carolina-inauguran-tercera-etapa-de-la-obra-diaz-miron/