Luis
Villanueva
En otros trabajos este escribidor e historiadorcillo ha dado detalles sobre la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz y de las peripecias de Hernán Cortés para llevarla a cabo. También he desmentido falsas creencias, como aquellas que mencionan que la villa fue fundada el 22 de abril, el 3 de mayo o el 10 de julio de 1519; incluso, ante el desconocimiento de la fecha exacta de la fundación, he propuesto un intervalo de tiempo (entre el 12 y el 17 de mayo de 1519), en que pudo haber ocurrido este evento, basándome en fuentes del siglo XVI. Ahora bien, estas investigaciones (como todas las realizadas por este su servidor), han sido realizadas procurando el rigor que sólo el método científico puede dar; apoyándome en documentos (tanto en español como en francés e inglés), libros, mapas y planos. También he hecho uso de la paleografía y de herramientas tan disímbolas como la astronomía, las matemáticas y la física, para comprobar o sustentar algún suceso histórico. Esto con el fin de dar certeza a los trabajos y mostrar la historia como es y no a modo o como quiero que sea.
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Desde hace algunos años se ha estado deslizando entre la sociedad, la creencia de que la actual ciudad y puerto de Veracruz cumpliría 500 años de haber sido fundada, llegando a su clímax en 2019. Algo completamente erróneo si consideramos que la Villa Rica de la Vera Cruz no es la misma que hoy conocemos como la ciudad y puerto de Veracruz (antes, la Nueva Veracruz).
Cortés fundó su villa en algún punto del Centro Histórico de esta ciudad (el profesor José Luis Melgarejo escribió que los españoles desembarcaron en donde hoy está el baluarte de Santiago[1]). Simple coincidencia de puntos geográficos, pues la actual Veracruz fue fundada como ciudad, o sea sin pasar por la etapa de villa, el 28 de marzo de 1600 por el virrey de la Nueva España, Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco; en las mismas playas donde Cortés y su gente desembarcaron y fundaron jurídicamente la villa.
Así, la supuesta mudanza de la ciudad de Veracruz desde el margen derecho del río Huitzilapan (1525), al sitio donde se encontraban las ventas de Buitrón, en los médanos fronteros a Ulúa (fundamento principal para sostener que la Veracruz actual cumplió 500 años), queda llanamente descartada cuando se lee la provisión real que a nombre del rey Felipe II hizo el virrey Zúñiga y Acevedo, el 28 de marzo de 1600:
“…Habiendo sido que la nueva población [las ventas de Buitrón] que se ha comenzado y que va prosiguiendo en el puerto sobredicho, [San Juan de Ulúa] en nueva parte, tomando principio del servicio de la ciudad de la Vera-Cruz [junto al río Huitzilapan] que no puede dejar de ser en disminución y quiebra de él, lo que así se ha proveído en nombre del bien común y público del reino; y por mi voluntad es que en cuanto sea posible la dicha ciudad sea favorecida y honrada, y atento a su antigüedad y a los buenos y leales servicios que de ella he recibido, se conserve y perpetúe su nombre [la Veracruz junto al Huitzilapan], mando que la dicha población situada en la banda de tierra firme del puerto de San Joan de Ulúa [las ventas de Buitrón], se llame para siempre la Nueva Veracruz y de esta manera se intitule y nombre por scripto, de palabra o en lo judicial y extrajudicial, y en las cartas y papeles y comunicación de la gente, y mando que haya en ella para su mejor gobierno, Cabildo y regimiento con que la mi justicia tenga tengan cargo de él…”[2]
La provisión es clara: La ciudad de Vera Cruz junto al río Huitzilapan debía conservarse y perpetuar su nombre, mientras que la población en las ventas de Buitrón se llamaría para siempre la Nueva Veracruz. Por otra parte, es verdad que sí hubo la intención de mudar la ciudad; sin embargo, la población estuvo renuente a cambiarse a un sitio poco hospitalario y salubre, tal y como lo describe el contador de la Veracruz, Antonio Cotrina:
“…Porque este sitio y banda de Buitrón es un yermo que solo hay en él unas ventas donde residen y asisten algunos vecinos para dar de comer y hospedar a la gente de la mar y todo es de médanos y montes de arena quel viento norte ques aquí muy furioso lo trae de una parte a otra como en los desiertos de Libia y no hay aquí agua dulce sino solo una ciénaga encharcada de agua muy gruesa de donde bebe todo el ganado y bestias que hay en ella y los bueyes, mulas y caballos que traen los carros y recuas que las huellan, estercolan y orinan y se lava y enjabona la ropa en ella y se echan otras cien mil inmundicias ques cosa muy perniciosa para la salud de los moradores y no hay leña ni yerba…”[3]
Estas renuencias llevaron al virrey a crear otra ciudad, con los mismos privilegios que la población había tenido el antiguo emplazamiento (este había obtenido su título de ciudad y escudo de armas por real cédula desde el 4 de julio de 1523), con el fin de “convencer” a la población de mudarse al nuevo sitio. Con todo, el sentir que tuvo el mismo Cotrina al respecto tampoco fue positiva, llegando al punto de juzgarla:
“Ansi mismo ordenó y mandó el virrey que nosotros [los oficiales de Veracruz] nos pasásemos a vivir aquí a este puerto y banda de Buitrón con la Caja Real y papeles de la Contaduría como se trajeron y la Caja se puso en unas casas de tablas de don Carlos de Sámano donde yo al presente resido porque con esto pretende desarraigar y despoblar la ciudad de Veracruz...”[4]
Como puede verse, en pocos párrafos se desmontan los supuestos 500 años de la actual ciudad de Veracruz. En todo caso sería el poblado de Villa Rica, en el municipio de Actopan y el de La Antigua, en el municipio de Úrsulo Galván, quienes tendrían todo el derecho de celebrar esos cinco siglos. La Villa Rica de la Veracruz pasó entonces de la banda de tierra firme frente a Ulúa, lugar donde ocurrió su fundación jurídica, a la zona de Quiahuixtlan, en donde se empezó a construir propiamente la villa. Esto es, entre el fondeadero o puerto llamado “de Archidona” por los españoles y el poblado totonaco antes mencionado. Bien lo escribió el historiador y poeta Antonio de Solís:
“…Y Hernán Cortés trató de dar asiento a la Villa Rica de la Vera Cruz, que hasta entonces se movía con el ejército, aunque observaba sus distinciones de República”[5]
Finalmente, en 1525 fue trasladada desde aquel punto al sitio hoy conocido como La Antigua, en donde permaneció hasta que la fundación de la Nueva Veracruz marcó su declive, en la primera década del siglo XVII.
La iniciativa con proyecto de decreto para la acuñación de una moneda conmemorativa
El 13 de noviembre de 2018, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la diputada federal de extracción panista, Mariana Dunyaska García Rojas, presentó una iniciativa de decreto para emitir una moneda alusiva a los “500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz”, algo por demás falso, como ya se mencionó líneas arriba.
Dos errores importantes: La Villa Rica de la Vera Cruz no es el primer municipio constituido en América continental. Ese privilegio le correspondió a la Villa de Santa María de la Antigua de Darién, fundada el 20 de septiembre de 1510 por Martín Fernández de Enciso en lo que hoy es Panamá. El rey Fernando II de Aragón le otorgó a Darién el título de ciudad y escudo de armas el 20 de julio de 1515, tres años antes de que Juan de Grijalva llegara a las playas de Chalchicueyecã y descubriera las islas de Sacrificios, Verde y de Ulúa. En todo caso, la Villa Rica sería el primer cabildo fundado en lo que después sería el Virreinato de la Nueva España, antecedente directo de lo que hoy es la república mexicana.
Por otra parte, la villa no fue fundada “el 22 de abril de 1519”. Cortés y sus huestes arribaron al islote de Ulúa la tarde del jueves 21 de abril y desembarcó el 22 en la banda de tierra firme. Bernal Díaz del Castillo así lo confirma en el capítulo XXXVIII de su obra:
“Y otro día, que fue Viernes Santo de la Cruz, desembarcamos así los caballos como la artillería en unos montones y médanos de arena que allí hay, altos, que no había tierra llana, sino todos arenales y asestaron los tiros como mejor le pareció al artillero, que se decía Mesa, e hicimos un altar, adonde se dijo misa; e hicieron chozas y ramadas para Cortés y para los capitanes y entre trescientos soldados acarreábamos madera, e hicimos nuestras chozas, y los caballos se pusieron a donde estuvieran seguros, y esto pasó aquél Viernes Santo.”[7]
También el proyecto hace referencia a que en “1969 el gobierno municipal de la ciudad de Veracruz conmemoró el 450 aniversario de la fundación del Cabildo de la Villa Rica de la Vera Cruz, con la emisión de una moneda de plata conmemorativa.” Algo que tampoco es del todo cierto, pues en aquel año se emitieron dos medallas (una de ellas acuñada por la casa de moneda de México), bellas en su diseño, pero que adolecen de similares errores a los expuestos en este texto para la moneda de $20.
“Por ello, es que a través del presente proyecto se propone la emisión de una moneda conmemorativa, tendente a resaltar acontecimientos de importancia nacional y en el caso concreto, a fin de reconocer uno de suma importancia: la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz, un hecho que a casi 500 años de distancia, no debe pasar desapercibido para el Estado mexicano, pues representa nuestros orígenes y el punto de partida de nuestra identidad nacional, representa nuestra historia y engendra una enorme riqueza que debe ser expuesta a México y al mundo.” [9]
Con el párrafo anterior, se cierra la exposición de motivos. En este, es persistente la búsqueda de una justificación para acuñar la moneda, pero hay que estar consciente que su elaboración y distribución remarcaría, por ignorancia o con toda la intención, una falacia histórica. La actual ciudad de Veracruz no necesita de motivos especiales para ser recordada, pues a lo largo de la historia del país, ha sido un heroico participante en los hechos que nos marcaron como nación. Y en todo caso, si se desea emitir una moneda conmemorativa, ésta debería enfocarse al momento histórico (la llegada de Cortés a las playas de Chalchicueyecã, el encuentro y entrevista de los culhúa-mexica con el capitán español o la fundación jurídica de la Villa Rica de la Vera Cruz per se), y no a una falsa fundación. La iniciativa tiene otras imprecisiones históricas, pero de momento sólo me concreté a la parte relacionada con el tema de los 500 años.
“Decreto”
“Único. Se emite una moneda conmemorativa por los 500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz.”[10]
La moneda de $20
“Las
características de la moneda conmemorativa son las siguientes:”
“Valor
nominal: veinte
pesos.”
“Forma: circular.”
“Diámetro:
32 milímetros.”
“Composición: bimetálica y estará constituida por dos
aleaciones, una para su parte central y para su anillo perimétrico.”
…
“Peso total: será la suma de
los pesos de la parte central y del anillo perimétrico de la moneda, que corresponde a quince gramos,
novecientos cuarenta y cinco miligramos y la tolerancia en peso por pieza es de por lo menos seiscientos
treinta y ocho miligramos.”
“Los
cuños serán:”
“• Anverso: el Escudo Nacional, con
la leyenda “Estados Unidos Mexicanos”, formando el semicírculo superior.”
“• Reverso: En documento adjunto (anexo) se sugiere el diseño del motivo de esta moneda, para la consideración y, en su caso, aprobación del Banco de México.”
La sugerencia de diseño en el reverso es la siguiente:
La representación de algunos motivos relacionados con la ciudad y zonas cercanas, como el de la cultura totonaca (aunque la greca escalonada es más cercana al Tajín que a Cempoala, lugar a donde llegó Cortés invitado por el cacique Gordo); aunado al aspecto histórico (representado por el par de naos) y al de la flora y fauna, resumen bien el motivo que buscan conmemorar.
Sin embargo, no pienso igual con el diseño central, pues aparte de mediocre, es toda una apología a la actual administración municipal de la ciudad de Veracruz, pues utiliza el mismo logo que empleó el ayuntamiento para promocionar sus 500 años:
Una de dos: o la diputada García Rojas recibió línea para que el logo municipal formara parte del cuño o ella, en un afán adulador con el edil, decidió que se incluyera el logotipo en la moneda. Sea cual fuere el caso, el diseño del centro es un motivo más para que la iniciativa no pase. Por ello desde estas líneas exhorto a la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, a que no apruebe la “Iniciativa con proyecto de decreto para la acuñación de una moneda conmemorativa por los 500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz” (misma que fue turnada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados y a la fecha tiene estatus de “pendiente”[1]), porque además de oficializar una falsedad, se enfoca en realzar políticamente a un gobierno municipal en vez de hacer énfasis en aspectos que nos identifican como nación y que están estrechamente ligados a la verdad histórica.
El decreto fue Publicación en el Diario Oficial de la Federación el 25 de julio de 2019, con la salvedad de que el diseño del anverso de la moneda lo haría el Banco de México: “Dicho motivo deberá relacionarse con los 500 años de la fundación de la ciudad y el puerto de Veracruz”, desechándose así el sugerido en la iniciativa de la diputada García Rojas.
El 22 de abril de 2020, “el Banco de México puso en circulación la nueva moneda de 20 pesos alusiva a los 500 años de la fundación de la Ciudad y Puerto de Veracruz”. Pero a diferencia del resto de las monedas de $20 emitidas con anterioridad, esta es de menor diámetro y con forma dodecagonal. Como novedad, incluyó “un nuevo elemento de seguridad, la imagen latente, compuesta por el numeral veinte”.[14]
De esta forma quedó plasmada en una pieza numismática, los falsos “500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz” (tal y como reza la leyenda en la moneda). Esto con todo y la posible incomodidad de aquellos que sostenemos, con pruebas, que la ciudad apenas tiene 421 años de haber sido constituida. Ya les tocará a los conocedores del año 2100 (cuando esta ciudad cumpla realmente los 500 años), hablar sobre este tema y juzgarán quién finalmente tuvo la razón.
[2] Manuel B. Trens, Historia de la ciudad de Veracruz y su Ayuntamiento, Talleres Gráficos de la Nación, Veracruz, 1955, p. 29
[3] Íbid., p. 23
[4] Íbid., p. 22 - 23
[5] Antonio de Solís, Historia de la conquista de Méjico, población y progresos de la América Septentrional, Gabinete Literario, Madrid, 1843, p. 97. https://books.google.com.mx/books?id=L2g6AAAAcAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
[6] SIL. Sistema de Información Legislativa. Cámara de Diputados, “Iniciativa. Que emite una moneda conmemorativa por los 500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz”, Secretaría de Gobernación, http://sil.gobernacion.gob.mx/Reportes/Sesion/ReporteSesion.php?CveSesion=3773272&Origen=BS&Camara=1, (consultada el 27 de febrero de 2019)
[7] Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Tomo I, México, D.F., Editorial Pedro Robredo, 1939, p. 145
[15] “Moneda de 20 pesos, conmemorativa de los 500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz, familio C1” en Banco de México (sitio web), 22 de abril de 2020, consultada el 12 de mayo de 2021, https://www.banxico.org.mx/billetes-y-monedas/moneda-20-pesos-c1-conmemor.html
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