Este blog busca rescatar, documentar y difundir la historia de la ciudad y puerto de Veracruz desde la llegada de Juan de Grijalva (1518), hasta la actualidad.
jueves, 25 de febrero de 2021
San Juan de Ulúa. La historia de la fortaleza(*). Siglo XVII (Parte III)
sábado, 20 de febrero de 2021
San Juan de Ulúa. La historia de la fortaleza(*). De 1525 a 1600 (Parte II)
Por Luis Villanueva
Cristóbal de Erazo arribó a Ulúa a inicios de 1570, en donde esperó la orden del virrey para iniciar las obras en San Juan de Ulúa según un proyecto realizado por él mismo. Pero tampoco pudo comenzar los trabajos por la carencia de piedra de cantera, la cual tuvo que pedir a Campeche. En lo que llegaba la cantería se dedicó a concluir la llamada Torre Vieja y el lienzo de la muralla, escribiendo en una carta al rey que, si encontraba “cantería para otro baluarte, hacerlo he con toda brevedad a mi posible”. (Ibid., pág. 13).
El 8 de junio de 1570, el virrey Enríquez mandó publicar una serie de condiciones referentes a la obra de fortificación de Ulúa. Entre aquellas estaba que la muralla debía de medir 138 pies (42 m) de largo, 27 (8 m) de alto y 15 (4.5 m) de ancho. Al final de esta, en el extremo sur, se levantaría un baluarte y caballero de igual alto que la muralla. Este baluarte sería construido con paredes de cantería en el exterior de 18 pies (5.4 m) de grosor, 3 (0.9 m) en las interiores que serían construidas de mampostería y las que servirían de base al caballero de 13 (4 m). La altura del baluarte sería de 27 pies, igual que la muralla y contaría con un aljibe en lo alto. Sobre los 27 pies llevaría piezas para las municiones, dotándolo de una solería resistente para colocar piezas de artillería a barbeta. A partir de aquí se elevarían las paredes del caballero a una altura de 18 pies (5.4 m) y con paredes de 13 pies de grosor. Tres de las cuatro paredes llevarían cuatro troneras. En lo más alto del caballero se colocaría un solado resistente para colocar artillería sobre barba por sus cuatro lados. (Ibid., pág. 14).
En 1584 desembarcó en San Juan de Ulúa el comisario franciscano fray Alonso Ponce. Él dejó una descripción de Ulúa, el cual parece demostrar que las condiciones dictadas por el virrey 14 años antes habían sido acatadas, si no completamente, por lo menos en parte:
“La fortaleza tiene dos torres, una á Oriente y otra á Poniente, y entre torre y torre un lienzo ó adárabe muy largo, labrado todo de cal y canto con mucha fortaleza, por el cual se pasa de una torre á otra; la que está á Poniente es pequeña y de no muy buena piedra, que el salitre del agua de la mar la va comiendo poco á poco, aunque con todo esto es fuerte: la de Oriente es mayor y más capaz, tiene una sala de armas muy grande, un caballero y un grande alxibe, una mazmorra y otras piezas, y en las torres y caballero y otras partes hay muchas y muy gruesas piezas de artillería para la defensa del puerto, con un alcaide y soldados y artilleros que tienen de todo cuidado”.
El franciscano Antonio de Ciudad Real, a su paso por el islote entre los años 1587 y 1588, escribió una muy detallada visión sobre San Juan de Ulúa:
“Cinco leguas de Veracruz de mal camino está el puerto e isla de San Juan de Ulúa […] en esta isla está hay una plaza cuadrada, los lienzos de estos cuadros son casas hechas de tablas, en los tres moran los oficiales de la isla y los soldados y muchos negros y negras que tiene el rey allí para el servicio de la fortaleza que allí está edificada y oficiales y soldados de ella, el otro lienzo ocupa la iglesia, en que reside un cura que administra los sacramentos a los de la isla. Sin estos cuatro lienzos hay otras casas, asimismo de tablas, fundadas sobre la misma mar en aquellos arrecifes, que el agua anda debajo de ellas y algunas veces sube arriba; entre estas hay un hospital hecho de la misma manera, en que se curan los enfermos de las flotas y se les hace mucha caridad; este hospital está a cargo de los hermanos de San Hipólito de México […] La fortaleza tiene dos torres, una a oriente y otra a poniente, y entre torre y torre un lienzo o adárabe muy largo, labrado todo de cal y canto con mucha fortaleza, por el cual se pasa de una torre a otra; la que está a poniente es pequeña y de no muy buena piedra, que el salitre de la mar la va comiendo poco a poco, aunque con todo esto es fuerte; la de oriente es mayor y más capaz, tiene una sala de armas muy grande, un caballero y un grande aljibe, una mazmorra y otras piezas, y en las torres y caballero y otras partes hay muchas y muy gruesas piezas de artillería para la defensa del puerto, con un alcalde y soldados y artilleros que tienen de todo cuidado. Tiene aquel puerto dos entradas o canales muy angostas y peligrosas, y a cada una de ellas mira una de las dichas torres con sus tiros y piezas de artillería, para que sin licencia del castellano no pueda entrar ninguna nao enemiga, ni aun de las amigas si no hiciere su salva. Con estas torres y murallas está el puerto guardado y las naos de él defendidas algún tanto del norte, porque las amarran a unos gruesos aldabones que están muy fijos en ella… cuando se enoja el norte abienta el agua de la resaca sobre ella y pasa por encima de la otra banda. Hay alrededor de esta isla muchos arrecifes y bajos que casi cada día quedan en seco, unas veces más otras menos” (Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España, 1992, págs. 81-130).
El 19 de julio de 1589 es nombrado virrey de la Nueva España Luis de Velasco y Castilla y Mendoza “el mozo”. Algunos meses más tarde, por órdenes del rey Felipe II arribó a San Juan de Ulúa (18 de febrero de 1590), el ingeniero militar italiano Bautista Antonelli para hacer una inspección y levantamiento de la fortificación y también para realizar una traza para mejorar sus defensas.[1] Carta enviada por el escribano mayor de la real audiencia Antonio de
Turcios el 5 de noviembre de 1552 con las declaraciones hechas por García de
Escalante sobre la tormenta y el huracán del 2 de septiembre.
[2] Hernado de Vergara declaró que de 10 casas que había en Ulúa, el mar se
llevó a ocho, derribando la novena y dejando muy maltrecha la última.
viernes, 12 de febrero de 2021
San Juan de Ulúa. La historia de la fortaleza(*). De 1518 a 1525. (Parte I)
Por Luis Villanueva
(*) Ensayo ganador del tercer lugar en el 2° concurso regional de ensayo 2015 del Centro INAH Veracruz.
I.- Ubicación y conformación del islote de San Juan de Ulúa
III.- San Juan de Ulúa. Los primeros cinco años
Cortés fundó físicamente la Villa Rica de la Veracruz en junio de 1519, en una rada situada a media legua (alrededor de 2 km) frente al asentamiento totonaca de Quiahuiztlan. Allí el capitán general mandó levantar una fortaleza y trazar la plaza, iglesia y atarazanas (Castillo, 1939, pág. 179).
Los cinco años posteriores a la fecha de fundación, el temprano comercio marítimo entre España y la Villa Rica se daba con las naos que llegaban a Ulúa, para luego continuar su ruta hacia el Norte siguiendo la línea de costa, hasta llegar a la Villa Rica en donde finalmente descargaba su mercancía y pasajeros.
Sin embargo, el sitio elegido para asentar muy pronto mostró no ser el mejor lugar para un puerto, pues estaba muy expuesto a los fuertes vientos del norte que azotan al golfo durante el invierno. Esto ocasionaba el naufragio de un importante porcentaje de navíos, trayendo con ello la muerte de muchos hombres junto con la pérdida de mercancía, oro y plata. Además, pronto surgió el inconveniente de que la rada era muy pequeña para la cantidad de naves que arribaban al lugar.
Por otra parte, la distancia desde la Villa Rica a San Juan de Ulúa era grande (alrededor de 10 leguas -50 km-), y dado que el segundo continuó siendo considerando como el único puerto con cierto grado de seguridad contra los fuertes nortes, el tráfico comercial recibió la orden de arribar a la Nueva España a través del islote y no por la recién fundada Villa Rica de la Veracruz, tal y como lo expresó el mismo Hernán Cortés:
“[…] A causa de no haber población de españoles más cerca del puerto de San Juan de Chalchihueca que la Villa de la Vera Cruz, iban los navíos a descargar a ella, y por no ser aquel puerto tan seguro como conviene, según los nortes que en aquella costa reinan, se perdían muchos, y fui al dicho puerto de San Juan a buscar cerca algún asiento para poblar.” (Sánchez-Barba, 1963, pág. 170).
No se tiene la certeza de la fecha en que ocurrió el traslado de la Villa Rica de la Vera Cruz hacia la ribera izquierda del río Huitzilapan, pero este se dio en algún momento entre fines del año 1524 e inicio de 1525 (Gordillo, 2014, pág. 161). Entretanto, San Juan de Ulúa seguiría estando estrechamente ligada a este nuevo asentamiento.
Fuentes:
[1] Alexander von Humboldt en su Ensayo Político de la Nueva España (1811) lo menciona con este nombre.
[2] Bernal Díaz del Castillo califica a Grijalva como deudo (pariente) de Velázquez; mientras que Francisco López de Gómara, en su Historia general de las Indias, dice que Grijalva es sobrino de Velázquez.
[3] Los indígenas llamaban a la isla Chlachihuitlapazco “Lebrillo de
jade”.
[4] Díaz del Castillo yerra en mucho su apreciación, pues la isleta se encontraba a poco más de un kilómetro de la línea de costa, a menos que hubieran desembarcado más hacia el Sur, en lo que hoy es Plaza Acuario.
[5] Los naturales conocían a esta isla con el nombre de Técpan Tlayácac “nariz de la tierra del palacio”. Anales de Tlatelolco, unos anales históricos de la nación mexicana y Códice de Tlatelolco, Henrich Berlin y Robert Barlow (eds.), México, Porrúa, 1948. (Tomado de: http://bit.ly/1KtTfdw p. 20 y de http://bit.ly/1Yq43nu). Según el doctor Omar Ruiz Gordillo, en su obra La antigua Veracruz, hay consenso en que la partida de las fuerzas de Cortés ocurrió después del 20 de mayo de 1519.
[6] En sus Cartas de relación, Hernán Cortés menciona al islote como puerto y bahía de San Juan. Posteriormente (1526), nombraría a este mismo sitio como San Juan de Chalchicueca.
[7] Según el doctor Omar Ruiz Gordillo, en su obra La antigua Veracruz, hay consenso en que la partida de las fuerzas de Cortés ocurrió después del 20 de mayo de 1519.
domingo, 7 de febrero de 2021
El “Mapa de Pineda” (1519), por Alonso Álvarez de Pineda
·
“La florida que dezian bimini que descubrió
Joan Ponçe”.
·
“hasta aquí descubrió Joan Ponçe”.
·
“desde aqui començo a descubrir francisco
garay”.
·
“Rio del espíritu Santo”.
·
“rio …¿?” [10]
·
“Tamahox provincia”.
· “asta aquí descubrió françisco de garay y Diego
hazia el ueste y Diego Velazquez hazia el leste hasta el cabo de las higueras
que descubrieron los pinçones y se les ha dado la población
·
“Almeria Sevilla[11]
Veracruz (En el mismo sitio que el punto anterior)
·
“coçumel”
·
“Cabo y punta de las higueras”.
·
“pinçones”
·
“tierra firme”.
·
“beragua”.
·
“el nombre de Dios”.
· “darien”.
Álvarez
de Pineda cartografío alrededor de 800 millas de la costa del Golfo de México,
comprobó que la Florida era una península y no una isla como pensaba Juan Ponce
de León quien la descubrió a fines de marzo de 1513. Además, fue el primero
europeo en explorar las costas de la hoy Texas.
Bibliografía:
· Álvarez de Pineda, Alonso, Dibujo de la
costa del Golfo de México desde la península de Florida hasta Nombre de Dios,
Archivo General de Indias, MP-MÉXICO, 5 http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/20814?nm
· Bañales, Goio, Francisco de Garay. El primer
explorador vasco, Sopuerta, Cantera Lacilla, S.L. p. 67
· Díaz del Castillo, Bernal, Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España. Tomo I, México. Pedro
Robredo, 1939, p. 211
· Fernández de Navarrete, Martín, Colección de
los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del
siglo XV. Tomo III, Madrid, Imprenta Real, 1829, p. 65
[1] Goio Bañales, Francisco de Garay. El primer explorador vasco, Sopuerta, Cantera Lacilla, S.L. p. 67
[2] Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Tomo I, México. Pedro Robredo, 1939, p. 211